Manual para el cuidado dental: para cuidadores
En el dentista
En esta sección para cuidadores: Empezar en casa | En el dentista | Perspectiva autista
Preparación para el dentista
La población de personas autistas puede ser propensa a una mala salud dental debido a la ansiedad dental. Los niños con TEA suelen mostrar comportamientos poco cooperativos durante las visitas al dentista, lo que dificulta su cuidado bucal y puede estar relacionado con la ansiedad ante las visitas al dentista y la higiene bucodental en general.
Encontrar al dentista adecuado
Es importante encontrar un dentista que trabaje bien con personas con autismo o que tenga la disposición para trabajar con ellas. Su pediatra u otros profesionales que atienden a su hijo/a deberían poder recomendarle uno. Otra opción es buscar uno en su localidad en la Guía de recursos de Autism Speaks. Si no encuentra un dentista con suficiente experiencia en el tratamiento de pacientes con autismo, llámele y pregúntele si está dispuesto/a a atender a su hijo/a. Una buena regla general es: si el dentista dice que sí, entonces está dispuesto/a a trabajar con usted y su hijo/a para satisfacer sus necesidades. Una vez que tenga el nombre de un dentista o una clínica dental, llame para ver si puede programar una cita previa a la visita con su hijo. Solicite una visita al consultorio que incluya ver el sillón del dentista para que su hijo/a se sienta cómodo/a con el entorno. También debería hablar con el dentista y el higienista dental e informarles de lo siguiente:
- La hora del día que es más conveniente para su hijo/a.
- Preocupaciones de su hijo/a sobre el dentista y lo que ocurre durante una visita.
- Problemas sensoriales de su hijo/a.
- Desafíos que puedan presentarse durante la visita (por ejemplo, dígales si su hijo/a suele tener problemas para "abrir grande" la boca al cepillarse los dientes o si muerde el cepillo).
Averigüe si el dentista dispone de un Formulario dental estándar que pueda rellenar antes de la cita. Si no es así, puede utilizar el que figura en el Apéndice de esta guía.
Preparación para el examen
La preparación es la clave del éxito de una visita al dentista. Una forma de prepararse es con un esquema visual de lo que va a ocurrir. En el Apéndice de esta guía figura un ejemplo. Dar a su hijo/a la oportunidad de ver la guía paso a paso de un examen puede darle tiempo para procesar lo que va a experimentar y proporcionarle oportunidades para hacer preguntas sobre cada paso, lo que puede aliviar un poco la ansiedad. Un examen visual también puede servir como guía práctica. Por ejemplo, puede hacer que su hijo/a practique sentándose en una silla reclinable y que luego intente cada uno de los pasos siguientes:
- Ponerse las manos en el estómago y relajarse
- Poner los pies rectos
- Abrir grande la boca
- Mantener la boca abierta
- Contar sus dientes
También puede comprar en una farmacia muchos de los instrumentos que se utilizan en una visita al dentista y luego enseñarle a su hijo/a cómo funcionan:
- Espejo dental
- Irrigador bucal
- Masajeador de encías con punta de goma
Incluso puede preguntar a su dentista antes de la visita si podría darle un juego de alas de mordida dental para que su hijo/a pueda practicar mordiéndolas cuando tengan que hacerle radiografías.
“La clave es la constancia. Comprométase a llevar a su hijo/a cada seis meses para que se acostumbre a la experiencia. Pero es posible que su proveedor esté dispuesto a recibirlo/a con más frecuencia para una cita simulada.”
- Brooke Horowitz, Investigación y Desarrollo de Perspectivas de Autism Speaks
“Pida cita a primera hora de la mañana o que sea la primera cita después de comer para limitar los tiempos de espera. Que los tiempos de espera sean cortos es clave para que la visita al dentista de mi hijo/a sea un éxito.”
- J-Jaye Hurley, Equipo de respuesta al autismo de Autism Speaks
Conocer al dentista y al personal
Es posible que desee programar una consulta previa a la visita la primera vez que vaya al dentista o cambie de dentista. Este sería un buen momento para compartir el formulario dental estándar y aportar cualquier otra experiencia que crea que ayudaría al dentista y al higienista a entender mejor a su hijo/a. Por ejemplo, debe informar al dentista de cualquier signo de angustia que muestre su hijo/a. Mientras esté allí también se sugiere que:
- Averigüe si es posible que su hijo/a vea una sala de examen y una silla típicas, donde se hacen las radiografías y simplemente mire a su alrededor y vea las luces y oiga los sonidos.
- Pregunte si puede estar presente durante el examen, delante de su hijo/a. Excepto en algunos casos en los que se realizan radiografías, tanto el higienista como el dentista deben sentirse cómodos con su presencia.
- Háblele a su hijo/a de la duración de una cita normal para que sepa lo que le espera. Pregunte también por el espaciamiento entre visitas o las visitas de control con su hijo/a. Si es necesario, pida una cita más larga.
- Asegúrese de que su hijo/a pueda tener su juguete favorito en la mano, o a la vista si es demasiado grande.
Antes de salir para sus citas, puede llamar con antelación para ver si el dentista llegará en hora. Si se retrasa y cree que su hijo/a puede sentir ansiedad en la sala de espera, puede preguntar al recepcionista si es posible esperar en el auto y pedirle que le llame al celular cuando el dentista pueda atenderlos. También puede traer a un familiar o persona de apoyo para que la visita sea un éxito. La mayoría de los consultorios de odontopediatría entregan una bolsa de regalos o un premio después de cada visita. Pero también puede tener preparada una recompensa para su hijo/a por un trabajo bien hecho y para animarle a acudir de nuevo a su próximo control.
Consideración especial:
Sedación y estabilización protectora
Con paciencia y comprensión, muchos niños autistas pueden asistir a una visita normal al dentista. Algunos, lo único que necesitan es experiencia para acostumbrarse a ir al dentista. A otros les ayuda fraccionar las citas en visitas más breves. Por ejemplo, puede que se hagan radiografías en una visita y una limpieza en otra. Sin embargo, para aquellos para los que el dentista implica un esfuerzo excesivo, puede ser necesario considerar la estabilización protectora y la sedación.
“Cuando nuestro hijo cumplió los requisitos, el hospital infantil local funcionó muy bien, ya que había que dormirlo para intervenciones importantes, incluidas caries, y allí tienen mucha experiencia con necesidades especiales.”
- Jeff Rickel, director de la base de datos de Autism Speaks
Estabilización protectora
La estabilización protectora es una opción cuando no se puede persuadir al paciente de que se quede quieto en el sillón dental, según la Dra. Elizabeth Shick, DDS, MPH, profesora clínica asociada de la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Colorado y coautora del Manual para profesionales de la odontología de Autism Speaks ATN/AIR-P. Es una forma de garantizar la seguridad tanto del paciente como del personal odontológico. Esto puede ser tan sencillo como que el padre, la madre, el cuidador o el asistente dental sostenga las manos del paciente. Si esto no es suficiente, puede utilizarse un dispositivo de envoltura hecho de tela suave para ayudar a estabilizar los brazos y las piernas del paciente. Es perfectamente apropiado que pregunte al personal si ha recibido formación en estabilización protectora, a veces llamada "inmovilización médica". Muchos dentistas se sienten cómodos con la inmovilización médica porque es la forma más segura de realizar procedimientos dentales cuando no se puede confiar en que el paciente se quede quieto. Pero también es importante saber que la estabilización protectora no es adecuada para todas las personas autistas ni para sus padres. Siempre le deben preguntar primero a usted y a su hijo/a si está bien intentar una estabilización protectora. Si lo prueba y su hijo/a se siente incómodo/a o usted no se siente a gusto, puede quitárselo y hablar de otras alternativas con el personal odontológico. El objetivo debe ser siempre generar confianza con el dentista, no aumentar la ansiedad o introducir aprensión.
“…Me gustaría que encontráramos una clínica dental en el mismo complejo de consultorios que el centro ABA [de mi hija] y ver si dejarían que el BCBA la trajera durante breves períodos de tiempo para practicar. Recientemente se ha acostumbrado a utilizar un temporizador en un iPhone y lo hemos utilizado con éxito para practicar que permanezca inmóvil para un electroencefalograma. ¡Funcionó de maravilla! Es cierto que un electroencefalograma no es tan invasivo como una limpieza dental, pero me gustaría ver si podemos aprovechar la experiencia para desarrollar algo similar para procedimientos dentales básicos. Otra idea es conseguir un soporte de suelo portátil para el iPad, de modo que podamos combinar esas sesiones de práctica con uno de sus videos tranquilizadores favoritos.”
- Christa Stevens, JD, MAT, directora de Asuntos Gubernamentales Estatales de Autism Speaks
Sedación
Es importante tener en cuenta que antes de que los profesionales dentales ofrezcan o administren sedación, la mayoría de los estados exigen que completen una formación avanzada y obtengan una licencia. Así que asegúrese de preguntar por las cualificaciones y credenciales de su dentista y pregunte qué precauciones toma. Por ejemplo, los signos vitales de su hijo/a deben vigilarse todo el tiempo, independientemente del método de sedación utilizado. También es recomendable que primero lleve a su hijo/a al pediatra para que le haga un examen médico y hablen tanto de la sedación como de las alternativas.
Óxido nitroso. Inhalado a través de una máscara nasal, el óxido nitroso es un ansiolítico generalmente seguro. Provoca un estado de euforia, lo que explica su apodo, “gas de la risa”. El paciente debe seguir respirando por la nariz hasta que finalice el procedimiento dental. Por lo tanto, no es una buena opción para niños menores de cuatro o cinco años ni para nadie que pueda ponerse a llorar o respire por la boca. Además, una pequeña minoría de pacientes simplemente no responde al óxido nitroso. A algunos les provoca náuseas, aunque estas rara vez duran más de unas horas después de la cita.
Sedación consciente. La sedación consciente implica el uso de sedantes para producir un estado de calma y somnolencia sin pérdida de conciencia. La respuesta de las personas con autismo a la sedación consciente varía mucho. Los sedantes también pueden tener efectos secundarios. Por eso es una buena idea llevar a su hijo/a al pediatra cuando se plantee la sedación. El dentista también debe examinar cuidadosamente a su hijo/a. Se deben descartar problemas respiratorios, evaluar el tamaño de las amígdalas y buscar otras contraindicaciones médicas para asegurarse de que su hijo/a es un buen candidato. Además, durante la sedación consciente, un asistente con la formación adecuada debe estar con su hijo/a todo el tiempo y debe controlar de forma cuidadosa y continua sus signos vitales. Normalmente, el sedante se administra en forma de pastilla o líquido una hora antes de la intervención. Las opciones más habituales son el midazolam (Versed), el pamoato de hidroxizina (Vistaril), la meperidina (Demerol) o el hidrato de cloral. A veces, el dentista puede querer utilizar sujeciones de estabilización y oxígeno suplementario durante el procedimiento.
Anestesia general. La anestesia general, que implica la pérdida de conocimiento, es la última opción para quienes no responden a las opciones anteriores. Debe administrarla un anestesista dental o médico o un enfermero anestesista titulado en un hospital o centro de atención médica totalmente equipado. La anestesia general conlleva una serie de riesgos para la salud. En general, no se recomienda para limpiezas dentales u otros procedimientos dentales rutinarios.
Además, es probable que existan consideraciones financieras al optar por la anestesia general. Generalmente, no está cubierta por el seguro dental o, si lo está, probablemente será más cara que el beneficio anual máximo de la mayoría de los planes dentales. Esto significa que los padres serán responsables del saldo. También es común que el consultorio dental requiera el pago total de la sedación por adelantado. Si se va a necesitar sedación para cada visita, la sedación será un gasto anual significativo. En estos casos, es posible que los padres quieran priorizar el objetivo de atención dental sin sedación en el plan de tratamiento de análisis de conducta aplicado (ABA, pr sus siglas en inglés) de su niño. Consultar con un analista de conducta certificado por una comisión reguladora (BCBA, por sus siglas en inglés) podría ser un paso útil hacia esto.